Dentro de cualquier grupo humano, hay líderes, en un equipo deportivo, no tiene porque coincidir con la figura de la persona que lleva el brazalete distintivo a la capitanía.
No hay una regla sobre quien elige a la persona que se desempeñe en dicho rol, el cual puede surgir de la votación de sus compañeros/as, a decisión del staff técnico o inclusive de ambas partes; esto dependerá de las tradiciones del deporte en concreto, del cuerpo técnico del momento o de alguna otra circunstancia que tenga importancia a tal fin…
Entonces, el respeto y la confianza depositada por el equipo en la persona para ejercer la capitanía ¿depende de la forma en que fue elegida? Yo creo que no.
La capitanía es una función importantísima dentro de cualquier equipo, la cual lleva aparejado numerosas responsabilidades, algunas visibles como ser la persona que representa al resto de los jugadores/as, es quien está autorizada para dirigirse a la figura del árbitro durante el desarrollo del encuentro, quien participa del sorteo para la elección del campo en la previa y firma el acta una vez terminado el mismo. Como de aquellas tareas invisibles, especialmente en los deportes amateurs – sean selecciones representantes de los diferentes países o clubes locales – que cuentan con escaso presupuesto y debe encargarse de organizar el lavado de la equipación titular o de entrenamientos, de la búsqueda de pasajes y hospedajes en los partidos que se juegan fuera de la localía, de la distribución de las habitaciones, de la realización del tercer tiempo, en algunos deportes hasta de la elaboración de entrenos y un sinfín de acciones que hacen a la convivencia cotidiana de cualquier equipo deportivo.
Sin dejar exentos a aquellos deportes considerados “individuales” o donde muchas veces no se luce la cinta distintiva (natación, polo, voley, etc) o situaciones tales como en los equipos de Copa Davis en tenis, donde la capitanía no la tiene la/el deportista que compite, sino una figura externa semejante a la de un entrenador o director técnico. En todo caso, siempre hay un grupo de trabajo detrás para acompañar al/la deportista.
Es la persona encargada de mediar entre el equipo y el staff técnico, también del entorno social y de los medios de comunicación, entre otros.
La capitanía, para quien la recibe como un regalo, como un reconocimiento, supone llevarla con orgullo, responsabilidad y compromiso.
¿Como desempeñar una excelente capitanía?

Ser capitán/a trae aparejado la ausencia del ego. De ser necesario, primero tendrá que manejar el propio ego, ya que serlo no significa “ser mejor que el resto del equipo”, para luego poder lidiar con el resto de los egos.
Al decidir aceptar éste rol, también admite como principio incuestionable poner el equipo por delante de todo, incluso de sus propios intereses. Es estar atento/a al sentir y actuar del grupo, desde la persona más veterana hasta la última incorporación que lo integra.
Saber descomprimir su rol en quienes también lideran pero sin cinta, apoyarse en el resto de los referentes del equipo ya lo sean por su experiencia, carisma o forma natural de ser.
Trabajar desde la humildad para lograr los objetivos planteados.
Gestionar las emociones y frustraciones propias y del equipo, tanto en los momentos de entrenamientos como competitivos.
Pronunciar las arengas que generan impacto positivo en quienes la escuchan, esas palabras que dan o renuevan la energía necesaria para afrontar la situación del equipo.
¿Se puede aprender a ser capitán o capitana?
Respecto a esta pregunta, habrá tantas respuestas por “si y no”, “si o no”, “nosé” , “depende”… como personas a quienes le preguntemos.
Amar un deporte o sentir pasión por el deporte, muchas veces resulta difícil de explicar para quien no se figura lo que significa entrenar bajo la lluvia fría de invierno aun cuando “no te juegas el campeonato”, dejar de disfrutar eventos familiares porque `tengo que jugar un partido´, levantarse a las 4 de la mañana para entrenar antes de empezar a trabajar o estudiar, sí, aun hay deportistas que no pueden vivir económicamente de ello y podría seguir ejemplificando miles de situaciones cotidianas.
Amar un deporte representa una forma de vida, conlleva valores que se quedan muy arraigados y se manifiestan en otros planos de la persona. Así es que sí, en lo personal creo que como todo, puede aprenderse.

Desde el coaching deportivo, se puede aprender a generar conversaciones poderosas, mejorar las formas en que un/a capitán/a se dirige hacia el resto del equipo para contagiar su mensaje de forma positiva y generar una reacción en igual sintonía.
Como cualquier proceso de aprendizaje, quien desempeñe la capitanía, debe estar abierto a ello. Es fundamental realizar una escucha activa de su entorno para compartir ideas e intercambiar opiniones, cuando sea necesario.
También puede aprender a rediseñar el entorno emocional cuando esté cargado de tensión, frustraciones, miedos, presiones… para poder trabajar desde otro sentir que concreten acciones positivas.
Aprender a delegar en el resto de los/las líderes del equipo, derrumbando con ello la creencia de “debilidad” que erróneamente trae consigo.
Son muchas las herramientas que pueden facilitarse desde el coaching deportivo, para mejorar en el rol de la capitanía, para lograr fortalecer las relaciones dentro del equipo y así, lograr buenos resultados.
Toda persona que se precie en su rol de capitán/a, debe desarrollar su liderazgo desde el ejemplo. Ser coherente en su actuar, además de con sus palabras. A través de sus actos contagiar al equipo, ser el/la primer/a en entrenar, en reducir las quejas y esforzarse en superarse día a día, es compartir el sentimiento hacia el deporte que los/las une y disfrutarlo.
Ser partícipes de la gratificante sensación del abrazo, de la sonrisa, de una mirada cómplice, de un choque de manos, de la felicitación conjunta por todo lo bueno que recibimos del deporte.
Hace un par de años, mi hermano me regaló un libro sobre la biografía de su ídolo futbolístico, con la siguiente dedicatoria : “Un equipo con una idea. Un capitán que los lidera. Todos alcanzarán la gloria”.
Me ha encantado!
Personalmente creo que la figura del capitán es una de las más bonitas de llevar a cabo, a la vez que una de las más difíciles.
Siempre he tenido algo super claro, y que bien explicas al final: la característica principal de un capitán/ana es trabajar desde el ejemplo. Nunca se puede pedir nada de lo que no somos capaces de hacer nosotros primero. A partir de ahi aparecen otros lazos increibles como la confianza, el respeto, el sacrificio y el trabajo en equipo.
Creo incluso que un capitán puede hacer el mayor bien, igual que el mayor mal, en un equipo y transformarlo por completo! Todo se aprende por supuesto, menos la pasión y la locura 😉
Muchas gracias por compartir tus sensaciones como gran deportista y profesional vinculada al deporte que eres Jor. También comparto lo de la pasión y locura 🙂
Muy bueno Geor. Me encanta tu forma de escribir!!!
¡Muchas gracias Magui!
Excelente…muy interesante y claro. Me gustó mucho el artículo. Felicitaciones.
¡Muchas gracias por tu comentario Cristian! Te invito a leer otros articulos del blog, por si pueden resultarte interesante 🙂
Muy buen artículo, sobre todo, lo de dar el ejemplo y ser coherente.
Esto es aplicable también a la figura del entrenador, sobre todo en las edades tempranas, la coherencia entre las acciones y lo que se quiere transmitir. Valores ante todo, que para eso se inventaron los deportes.
Gracias por compartirlo.
Claro que sí, creo que es fundamental la coherencia, especialmente en roles que suponen «un seguir» de parte del equipo. ¡Gracias por tu compartir tu opinión Vivi!
Muy bueno… Muy claro. Excelente mensaje
¡Muchas gracias por tu comentario!
Genialll! Geor…te adoro.
¡Qué bueno te guste Rosa 🙂 y gracias por el comentario!
Es un artículo muy bueno. Se me ha puesto la piel de gallina al leer ciertas frases. Totalmente extrapolable todos los detalles que citas dentro del deporte al escenario de la vida misma. Gracias por escribirlo.
¡Gracias por leerlo y por compartir tus sensaciones!
Excelentes palabras!!!… tanto para los deportistas como para los que disfrutamos viendo detrás de la pantalla.
¡Muchas gracias July!