Mujeres y hombres libres, relaciones sociales de equidad 

Hablando de mujeres, en la celebración de nuestro día oficial internacional, puedo decir orgullosa lo afortunada que soy de estar rodeada por magníficas mujeres.

Crecí en un ambiente familiar feminista, sí, aunque por entonces no sabíamos exactamente a qué se refería esta palabra, solo recordamos (junto a mis dos hermanas y a mi hermano) crecer en libertad e igualdad, como lo harían los hombres y las mujeres; para dar nuestras opiniones sea del tema que fuere, desde deportes hasta debatir sobre a quién votar, para realizar las tareas domésticas, para  elegir cómo vestirnos, qué estudiar o dónde vivir… porque ese es el reflejo de nuestros padres; ambos trabajaban, ambos estaban presentes en nuestros actos escolares o partidos del club y su opinión siempre fue igualmente válida en el momento de pedir permiso «para ir a bailar» o en cualquier  situación de la vida diaria familiar. Nos criaron siendo el reflejo de una mujer y de un hombre amando, también, su igualdad de condiciones.

Así nos educaron, así crecimos, de ésta forma y recordando sus palabras de que «con respeto todo se dice», me fui desenvolviendo en los distintos ámbitos de la vida, hasta que con 24 años y apenas llegada a ésta gran y cosmopolita ciudad (Barcelona), conversando con un grupo de personas, una de ellas me dijo «sabes mucho de fútbol y de música por ser mujer» (sic). Mi reacción inmediata fue la de esperar que, quien emitió esa oración, rematara la misma con «es broma», pero no.

Esa fue la primera vez que recuerdo haber tomado conciencia de mi condición de ser mujer en una sociedad machista, de aprender a estar atenta a determinadas frases armadas que yo misma utilizaba sin caer en la cuenta de cuánta carga social tienen, a desaprender sobre mis juicios repetitivos de patrones patriarcales y, desde entonces, estoy en constante construcción y desconstrucción en todo lo relativo a mi lenguaje, comportamiento, omisión… quiero mejorar y aprehender al respecto.

Es muy frecuente escuchar: “No soy feminista ni machista”, “No soy feminista ni machista, soy humanista” o “No soy feminista, creo que todos deberían ser tratados igualmente”… Y es ahí cuando hago propias las reflexiones con las que me siento afín y cito a Clara Averbuck.

“El feminismo no predica el odio, el feminismo no predica la dominación de las mujeres sobre los hombres. El feminismo clama por igualdad, por el fin de la dominación de un género sobre el otro. Feminismo no es el contrario de machismo. Machismo es un sistema de opresión, feminismo es una lucha por derechos iguales. Entonces, si dices `no soy feminista, creo que todos deberían ser tratados igualmente y tener los mismos derechos´ estás diciendo exactamente ´no soy feminista, soy feminista´. Si dices que eres humanista, entonces sabes que el humanismo es una filosofía moral basada en la razón humana y en la ética, que coloca el ser humano por encima de lo sobrenatural, de dioses, de dogmas religiosos, de la pseudociencia y supersticiones y que no tiene nada que ver con el tema”.

El feminismo es un conjunto de movimientos políticos, económicos y sociales cuyo objetivo es la reivindicación de los derechos de las mujeres, así como cuestionar la dominación y la violencia de los hombres sobre las mujeres y la asignación de roles sociales según el género.

Es erróneo pensar que estar «a favor» de las mujeres, es estar en «contra» de los hombres. El feminismo lucha en contra del sistema de dominación, creado por hombres y que los privilegia.

Como en cualquier movimiento, habrá feministas que no están de acuerdo con todos los puntos, incluso con el hecho de que aprecio cuando alguien me deja pasar primero o me ayuda si me encuentro cargada con la bolsa de la compra, eso son gestos que me gustan, que me enseñaron en casa y yo también los tengo con personas a mi alrededor, sin distinguir su sexo. No me considero débil por ello.

El Feminismo no tiene nada que ver con usar o dejar de usar escote, tacones, maquillaje… ni con esconder nuestro cuerpo por no cumplir los `requisitos de belleza´ socialmente impuestos; sino, otorga la posibilidad de elegir cuándo hacerlo y vestirnos con la ropa que queramos, sin sufrir ningún tipo de acoso. De la misma forma que sea una elección el cuándo y cómo tener hijos –siempre claro que se desee tenerlos– y de poder ejercer nuestra libertad sexual, sin prejuicios ni etiquetas.

Feminismo no significa ser enemiga de los hombres. En lo personal, ¡mi padre, mi hermano, mi novio y la mayoría de mis amigos son feministas! Aprendo con y de ellos.

La sociedad machista vulnera también a los hombres al exigirles comportamientos y encasillarlos en roles como el no poder llorar en público o tener que ser quienes ganen más dinero para poder `sostener´ la familia ya que, de lo contrario, son considerados frágiles, característica atribuida a la mujer.

El feminismo tiene que ver con el deseo y realización de ejercer cada quien su propia libertad, respetando la tuya, la de ellas y la de ellos, al elegir nuestra formas de vestirnos, de peinarnos, de demostrar los sentimientos y la lista continúa…

El patriarcado y el concepto de género son enfoques importantísimos del feminismo. El patriarcado nos afecta a todas las personas, se manifiesta de diferentes formas y de manera violentamente simbólica, al decirnos que hay cosas y situaciones naturales de subordinación de la mujer en el mundo por el simple hecho de ser mujeres (sueldos inferiores, estereotipos sexuales, la idea que ella es más débil). Por otro lado, el concepto de género es totalmente social, construido culturalmente  y que definen que es “masculino y femenino”, dependiendo de cada lugar o país donde estemos, escucharemos frases tales como “corres como niña” o “ríete como una mujer”; Algunos de mis aprendizajes / desaprendizajes, descubrimientos y definiciones como éstas que aquí explico, son gracias a Tatiana Diniz Abud, antropóloga – visual feminista.

Mirando el documental He named me Malala  (totalmente recomendable) Malala, de 17 años, dice que “la cultura no cambia por sí sola. Nosotros tenemos que cambiarla”. Y también en ésta reestructuración cultural, existe una tarea importante para el rol de Coach. A través de mis numerosas sesiones de coaching y con diversos coachees (tantos hombres como mujeres), hemos tenido que trabajar en romper las creencias limitantes que generaban frustración e impotencia, para poder cumplir los objetivos planteados al comenzar las mismas. Limitaciones que tienen que ver con estas cargas sociales, con repetir situaciones que hoy elegimos modificar, ser consciente y ocuparnos de ellas, actuar al respecto.

También he tenido la oportunidad de trabajar en este aspecto en instituciones  deportivas, fomentando el rol y la igual capacidad de la mujer en post del desarrollo de la actividad física, de juntos validar la sección deportiva femenina, de que una mujer pueda dirigir y/o formar parte del cuerpo técnico de cualquier equipo femenino o masculino, de ser incluidas en las juntas directivas y en la participación de la toma de decisiones consiguiendo óptimos resultados.

Como dice Masaaki Imai, “un largo camino comienza con el primer paso, y no tiene nada de malo que sea corto”. Yo, en mi camino, me encontré con una poderosa palabra sororidad, pudiendo describirse como la creación de lazos de hermandad entre mujeres, el percibirnos como iguales, el poder aliarnos y dejar de vernos como rivales, para juntas, modificar nuestras formas cotidianas de comportarnos en esta sociedad patriarcal, y desde allí, intentar cambiar la misma.

Mujeres y hombres libres, relaciones sociales de equidad ¿estaría bien, verdad?

© Ivana Cocco

13 comentarios en «Mujeres y hombres libres, relaciones sociales de equidad »

  1. Totalmente de acuerdo en todo, en este día mas que nunca tenemos q estar unidos y demostrar que el feminismo no predica el odio ni nada semejante! 100% feminista y orgullosa de ser mujer y de todo lo que se ha logrado a lo largo de estos años para que hoy libremente podamos todos juntos salir a reclamar la igualdad que como personas nos merecemos!!!

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  2. Me encantas!! Eres un ser de luz, inteligente, coherente en sus actos y pensamientos. Me enorgullece haberte conocido. Disfruto mucho de la lectura de tus artículos por esa base conceptual y emocional. Un beso ??

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  3. Sos una mujer maravillosa en todo que hagas! Tu cuna, de la que doy fe, te hace ser un ser de luz. Te felicito por lo que escribiste. Y te quiero sobre todo

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